Filosofía de vida


25 de junio de 2008

¿Cuál es la fórmula perfecta para meditar?

La gente a veces me pregunta: ¿Cómo meditas? ¿Qué haces para que tu mente se aquiete y los pensamientos no estén saltando como un mono en una jaula? ¿Cuál es la fórmula que utilizas para meditar? Enséñame.
Muchas preguntas y muchas interrogantes, difíciles de contestar. Desde mi humilde opinión, pienso que la experiencia de la meditación es muy personal, única y no hay fórmula secreta que te enseñe a llegar a ese proceso maravilloso de interiorización, ya que cada ser va a experimentar distintas sensaciones y va a llegar a experiencias únicas, inimitables.
Es cierto que hay pautas que pueden ayudarte a calmar tu mente, como por ejemplo seguir el ritmo pausado de tu respiración, dejar pasar los pensamientos y no luchar contra ellos.
Una de las respuestas que me gustó mucho fue la siguiente:
Una vez le preguntaron al maestro Sogyal Rimpoché, autor del "Libro Tibetano de la Vida y la Muerte": ¿Cómo podemos hacer, desde la meditación, para eliminar los pensamientos y llegar al silencio interno?
Él respondió:
En la mente ordinaria percibimos la corriente de los pensamientos como una sucesión contínua e ininterrumpida, pero en realidad no es así. Usted mismmo descubrirá que hay un intervalo entre pensamiento y pensamiento. Cuando el pensamiento pasado ya ha pasado, y el futuro aún no ha surgido, siempre encontrará un espacio en el que se revela "Rigpa", la naturaleza de la mente. Así pues, el objeto de la meditación es permitir que los pensamientos se hagan más lentos (o también podríamos decir: más espaciados o menos frecuentes) para que ese espacio se haga cada vez más evidente. Los pensamientos son como el viento: vienen y van. El secreto está en no pensar sobre los pensamientos, sino que circulen por la mente sin dejarse arrastrar por ellos. Se debe ser como el océano que contempla sus propias olas o como el cielo que mira desde lo alto las nubes que lo cruzan.