BUDISMO

Filosofía de vida


9 de noviembre de 2012

El significado del incienso en el Budismo

El uso del incienso en el Budismo en las oraciones es para simbolizar una promesa a Buda de que no interrumpiremos nuestro camino hacia el desapego, la compasión y la iluminación, es una ofrenda para los maestros iluminados, el incienso también sirve como una herramienta para limpiar y purificar. 
Así como el humo perfumado del incienso no se detiene y no deja de fluir, las prácticas búdicas no deberán ser interrumpidas. Por ese motivo, al realizar sus prácticas budistas, al encender un incienso, hágalo con el corazón, con verdad y comprometiéndose a no abandonar sus creencias, su práctica espiritual y el aprendizaje que ésta le proporcionó.

25 de junio de 2008

¿Cuál es la fórmula perfecta para meditar?

La gente a veces me pregunta: ¿Cómo meditas? ¿Qué haces para que tu mente se aquiete y los pensamientos no estén saltando como un mono en una jaula? ¿Cuál es la fórmula que utilizas para meditar? Enséñame.
Muchas preguntas y muchas interrogantes, difíciles de contestar. Desde mi humilde opinión, pienso que la experiencia de la meditación es muy personal, única y no hay fórmula secreta que te enseñe a llegar a ese proceso maravilloso de interiorización, ya que cada ser va a experimentar distintas sensaciones y va a llegar a experiencias únicas, inimitables.
Es cierto que hay pautas que pueden ayudarte a calmar tu mente, como por ejemplo seguir el ritmo pausado de tu respiración, dejar pasar los pensamientos y no luchar contra ellos.
Una de las respuestas que me gustó mucho fue la siguiente:
Una vez le preguntaron al maestro Sogyal Rimpoché, autor del "Libro Tibetano de la Vida y la Muerte": ¿Cómo podemos hacer, desde la meditación, para eliminar los pensamientos y llegar al silencio interno?
Él respondió:
En la mente ordinaria percibimos la corriente de los pensamientos como una sucesión contínua e ininterrumpida, pero en realidad no es así. Usted mismmo descubrirá que hay un intervalo entre pensamiento y pensamiento. Cuando el pensamiento pasado ya ha pasado, y el futuro aún no ha surgido, siempre encontrará un espacio en el que se revela "Rigpa", la naturaleza de la mente. Así pues, el objeto de la meditación es permitir que los pensamientos se hagan más lentos (o también podríamos decir: más espaciados o menos frecuentes) para que ese espacio se haga cada vez más evidente. Los pensamientos son como el viento: vienen y van. El secreto está en no pensar sobre los pensamientos, sino que circulen por la mente sin dejarse arrastrar por ellos. Se debe ser como el océano que contempla sus propias olas o como el cielo que mira desde lo alto las nubes que lo cruzan.

7 de septiembre de 2007

Origen del Budismo

El Budismo se inició como rama del Hinduísmo en el siglo VI a.c en la India. Su fundador fue Siddharta Gautama, príncipe de la casta de los Sakkyas o guerreros.
Se dice que nació un día de luna llena del mes de mayo del año 563 a.c. La leyenda cuenta que su padre lo educó esmeradamente para que sea un gran guerrero, pero a la vez, intentó en todo momento evitar que tuviese contacto alguno con el sufrimiento.

Sin embargo, Siddharta debido a su curiosidad y ansias de conocer el mundo que había al otro lado de la jaula de oro donde vivía, se aventuró al mundo y pudo ver el sufrimiento que existía fuera de los muros del palacio donde vivía. Luego de varios encuentros con el mundo real, sintió que debía buscar el origen de dicho sufrimiento y así pues tomó la decisión de renunciar a una vida llena de lujos y comodidades y empezar una nueva búsqueda para encontrar la respuesta al sufrimiento universal. Esta decisión fue tomada luego de presenciar 4 escenas perturbadoras que en la doctrina Budista se conocen como los 4 signos:

1º Un hombre viejo y decadente.

2º Un enfermo deforme.

3º Un cadáver.

4º Un hombre santo, un asceta errante. La serenidad que este hombre transmitía lo convencieron de haber encontrado su camino.

Así empezó una larga búsqueda que duró mucho tiempo y le hizo vivir y experimentar en carne propia el dolor, el sufrimiento, la soledad, el hambre, la debilidad; y se dió cuenta que el ascetismo no conducía a la paz y a la auto-realización sino que simplemente debilitaba la mente y el cuerpo.

Con el tiempo, Gautama se volvió a una vida de meditación. Mientras estaba en meditación profunda bajo una higuera conocida como el árbol de Bohdi (lo que significa "árbol de sabiduría"), Gautama experimentó el grado más alto de conciencia de Dios, llamado Nirvana. Gautama entonces fue conocido como Buda, "el iluminado."

Su primer discurso lo dió en lo que es actualmente la ciudad india de Sarnath. Ahí por primera vez dió la vuelta al Dharma o rueda de la ley e impartió las ensenanzas básicas del Budismo, las cuales se concentran en lo que Gautama consideraba era la respuesta a las siguientes preguntas: ¿Por qué hay dolor y sufrimiento? ¿Cómo rompe uno el ciclo de renacimiento? Sus ensenanzas básicas se encuentran en las Cuatro Nobles Verdades y el Camino de Ocho Partes.

La Primera Noble Verdad es que hay dolor y sufrimiento en el mundo. Gautama se dio cuenta que el dolor y el sufrimiento son omnipresentes en toda la naturaleza y la vida humana. Existir significa que vamos a encontrarnos con el sufrimiento. El nacimiento es doloroso, y también lo es la muerte. La enfermedad y la vejez son dolorosas. A lo largo de la vida, todas las cosas vivas encuentran sufrimiento.

La Segunda Noble Verdad se relaciona con la causa del sufrimiento. Gautama creía que la raíz del sufrimiento es el deseo. Es la avidez por la riqueza, la felicidad y otras formas de disfrute egoísta la que causa el sufrimiento. Esta avidez nunca puede ser satisfecha porque está arraigada en la ignorancia.

La Tercera Noble Verdad es el final de todo sufrimiento. El sufrimiento cesará cuando una persona puede liberarse de todo deseo.

La Cuarta Noble Verdad es la extinción de todo deseo siguiendo el camino de ocho partes. Dicho camino ayudará a desarrollar hábitos que liberarán a las personas de las restricciones causadas por la ignorancia y la avidez.


El primer paso es el de las Perspectivas Correctas. Uno debe aceptar las cuatro nobles verdades. El segundo paso es la Determinación Correcta. Uno debe renunciar a todos los deseos y a todo pensamiento que se asemeje a la lujuria, amargura y crueldad. No debe dañar a ninguna criatura viviente.
El tercer paso es la Palabra Correcta. Uno debe hablar sólo verdad. No puede haber ninguna mentira, calumnia o conversación vana.
El cuarto paso es el Comportamiento Correcto. Uno debe abstenerse de la inmoralidad sexual, de robar y de matar.
El quinto paso es la Ocupación Correcta. Uno debe trabajar en una ocupación que beneficie a otros y que no dañe a nadie.
El sexto paso es el Esfuerzo Correcto. Uno debe buscar eliminar toda cualidad malvada de adentro y evitar que surjan nuevas. Uno debería buscar conseguir cualidades buenas y morales y desarrollar las que ya posee. Buscar crecer en madurez y perfección hasta lograr el amor universal.
El séptimo paso es la Contemplación Correcta. Uno debe ser observador, contemplativo y debe estar libre del deseo y de la aflicción.
El octavo es la Meditación Correcta. Luego de liberarse uno mismo de todos los deseos y de la maldad, una persona debe concentrar sus esfuerzos en la meditación para que pueda vencer cualquier sensación de placer o dolor, entrar en un estado de consciencia trascendente y lograr un estado de perfección. Los budistas creen que mediante el esfuerzo propio uno puede lograr el estado de paz y dicha eterna llamado Nirvana.

13 de junio de 2007

Retiro Dzogchen

Cada año tenemos la suerte de contar con la visita del Maestro Namkhai Norbu Rinpoché, director de la Comunidad Dzogchen.
El Dozgchén, doctrina budista que significa "la gran perfección", es el llamado camino de la autoliberación. Fue introducida en el Tíbet por Padmasarbhava. Para aplicarlo, no hay nada a que el practicante deba renunciar, nada a purificar ni nada a transformar. La visión kármica que aparece, cualquiera que sea, es utilizada como camino. "Autoliberación", en sentido del Dzogchen, significa que todo lo que se manifiesta en el campo de la experiencia del practicante, es dejado libre de manifestarse tal cual es, sin ser juzgado bueno o malo, bonito o feo. Y, en este momento mismo, si no hay apego, sin esfuerzo y tambien sin voluntad, lo que se levanta, pensamiento o acontecimiento aparentemente exterior, se libera automáticamente de sí mismo.



Las enseñanzas Dzogchen, también conocidas como Atiyoga, o el Yoga Primordial, constituyen un sendero íntegro para la realización de la verdadera condición de cada individuo, y se caracterizan por su enfoque directo ya que, en su esencia, no dependen de formas externas ni rituales.
Chögyal Namkhai Norbu, nació en Dergué, en el Tíbet Oriental. Él fue reconocido a los tres años como el Tulku (*) de Adzam Drugpa, un importante maestro de Dzogchen. Después de completar sus estudios académicos, recibió enseñanzas de importantes maestros de Dzogchen y practicó con ellos. Cuando los eventos políticos hicieron que abandonase el Tíbet, se estableció en Sikkim. Luego trabajó como profesor en el Instituto para el Medio y el Extremo Oriente en Roma y, más adelante, en el Instituto Universitario Oriental en Nápoles. En la actualidad, el maestro viaja por todo el mundo para propagar las enseñanzas del Dzogchen por medio de retiros y seminarios.


Asistí a uno de dichos retiros que se realizó en Chosica. Fue gente de todo el mundo....australianos, vietnamitas, americanos, italianos, peruanos....unidos para aprender y practicar las enseñanzas de esta doctrina budista. El retiro se realizó en la Cantuta, con un clima maravilloso. Las enseñanzas empezaban muy temprano en la mañana, seguidas de una clase de yoga dirigida por un profesor italiano que acompañó al maestro en su gira por Latinoamérica. Fue una experiencia muy bonita que duró todo un fin de semana.

Cosas como estas unen a gentes tan distintas y a la vez tan parecidas....todos estabamos ahí para aprender a escuchar, aprender a compartir, aprender a convivir; para mí eso fue súper importante.
(*) reencarnación

31 de mayo de 2007

La Ley de la vida y la muerte

Allí bajo aquel árbol, tomé clara conciencia del ciclo vital, ese lento proceso de construcción y destrucción, de acenso y descenso, de absorción y expulsión, de lleno y vacío, sin el que nuestro mundo no sería lo que es. Allí comprendí que la muerte debía aceptarse, puesto que sin ella, no habría vida.
Allí comprendí que la ley natural, que me hiere, quiere que el más débil sea siempre devorado por el más fuerte.
Palabras de Siddharta Gautama. Extraído del libro: Yo Buda de José frèches.

30 de mayo de 2007

31 de mayo, día de luna llena.

Hola a todos,

Tenemos la fortuna de contar con dos días de luna llena este mes. A los que leyeron el post de Wesak y que no lo pudieron celebrar, pueden hacerlo el 31. En la tradición budista, algunos lugares de la orbe lo celebraron el dos de Mayo, otros lo harán el 31.

Tómate un tiempo para meditar, para enviar amor y luz a todos los seres, prende una vela, un incienso, coloca flores, música y agradece por cada cosa que te ha sucedido en la vida.

Aquí una oración que me dió Bea, una amiga muy querida y que puedes decirla no sólo el 31 sino cada vez que te despiertes en la mañana. Esta oración es muy poderosa y transmuta tu karma.
YO SOY UN SER DE FUEGO VIOLETA
(envolverte en una luz violeta)
YO SOY LA PUREZA QUE DIOS DESEA
(envolverte en una luz blanca)
Namaste

28 de mayo de 2007

Los 8 símbolos auspiciosos (Tashitag Gya)

Son 8 símbolos que traen suerte y prosperidad y en ellos están representadas las cualidades de Buda. Fueron ofrecidos por los seres celestiales al Buda Shakyamuni el día de su iluminación.

1. La sombrilla Preciosa: Denota respeto, protege contra los demonios.
2. Los dos peces dorados: Representan los ojos de Buda, la sabiduría. Denota felicidad y simboliza a los seres salvados del océano de la vida terrestre y del sufrimiento.

3. El gran jarrón de tesoros inagotables: Contiene las innumerables cualidades del cuerpo de un Buda, contiene joyas espirituales.

4. La Flor de Loto: Representa la pureza de la mente de Buda. Eblema de la pureza original. Promesa de salvación o Nirvana.

5. La preciosa concha blanca: Representa el sonido del Dharma (las enseñanzas de Buda), que puede ser oído en todas direcciones.

6. El glorioso nudo sin fin de la vida: Este diagrama místico representa el gran amor de todos los Budas y una inacabable continuidad de enseñanzas de la mente de Buda. Es el hilo que nos guía hacia la felicidad.

7. La bandera circular suprema de la victoria: Representa la victoria sobre las influencias negativas. Bandera que celebra la victoria del Budismo. Modelo erigido en la cima del Palacio de la Salvación.

8. La preciosa rueda dorada del Dharma: La enseñanza de Buda. Rueda de doctrina o ley religiosa. La rueda que nos lleva a la perfección.